sábado, 31 de octubre de 2009

LA BUENA MESA, LA FORMACIÓN Y EL FUTURO SE UNEN EN LA ATALAYA



En estos tiempos de crisis, de paro y de desánimo generalizado, nos hemos encontrado el pasado día 25 en la Plaza de La Atalaya, con motivo de la celebración de la 3º FERIA GENÉRICA (organizada por ASEMPROGUIA), con la grata sorpresa de una degustación de los productos elaborados por los alumnos del Ciclo de Cocina y Restauración y Bar del IES Sta. María de Guía. Los aperitivos que tuvimos la oportunidad de degustar eran realmente exquisitos, con una muy buena presentación.
Estos alumnos pertenecen a los cursos Programa de Cualificación Profesional Inicial de Operaciones Básicas de Restaurante y Bar, y al Ciclo Formativo de Grado Medio de Cocina y Gastronomía del IES Santa María de Guía, los cuales tienen su “centro de operaciones” en La Atalaya (antiguo Bingo, antiguo local de ensayos de la murga los Chiripitas y antiguo Cine). Este local es propiedad de la empresa Rodasorio, S.L., cuyo titular colabora con la formación de estos futuros profesionales de la cocina y hostelería con la cesión de estas instalaciones, aportando así su granito de arena (lo de granito es un decir) a la formación de estos futuros cocineros y camareros.

Durante la citada degustación tuvimos la oportunidad de hablar con alumnos y profesores, comprobando que “no todo el monte es orégano”, y nunca mejor dicho, cuando precisamente hablamos de cocina y hostelería. Estos profesionales tienen serios problemas para sacar adelante estos ciclos de formación. Limitaciones de espacio, carencia de cámaras y equipos de conservación adecuados, entre otros, son algunos de los obstáculos con los que tienen que bregar cada día este equipo formativo y sus alumnos. También nos comentan la necesidad de acondicionar varias aulas en su propio local de formación, lo que sin duda facilitaría la necesaria alternancia de los fogones con las aulas.
Posteriormente pudimos visitar estas instalaciones en La Atalaya, verificando todos y cada uno de los problemas citados con anterioridad. Lo primero que nos impactó fue la visión del interior de la cocina (un espacio que no llegaba a los 20m2) donde se afanaban una veintena de personas –al estilo del camarote de los hermanos Marx- en un continuo ir y venir, lo que reflejaba a las claras la falta de espacio para una correcta formación.
Nos llamó también la atención el grupo humano que formaban los alumnos. Había una mayoría de gente joven, como es natural; pero también pudimos ver personas maduras, unas retomando una tardía pero siempre necesaria formación y vocación; otras procedentes ya del mundo profesional en busca de la valiosa titulación que les permita crecer profesionalmente; y otras apostando por un valiosísimo reciclaje profesional.

A pesar de todas las dificultades antes citadas, profesores y alumnos se dan cita cada día en estas instalaciones con la ilusión y el empuje de consolidar el tejido formativo en una rama profesional tantas veces denostada por los propios jóvenes a la hora de planificar su futuro profesional, probablemente por la falta de formación e información sobre estas ramas profesionales.

Precisamente sobre este tema pudimos conversar con el propietario de los locales quien nos manifestó la necesidad de impulsar este tipo de formación en esta comarca norte de la isla. Él mismo –nos decía- se ha visto obligado en varias ocasiones a contratar a personas que aseguraban ser camareros o cocineros y que al poco de verles evolucionar en su puesto de trabajo denotaban su falta de formación y preparación para este cometido. Comentaba además de la importancia para la comarca y para los negocios de restauración aquí instalados de una adecuada formación y preparación para la correcta atención a los clientes, ya sean lugareños, foráneos y turistas –nacionales o extranjeros. Es muy importante que estos visitantes, atraídos en su mayor parte por los atractivos culturales y prehispánicos que tenemos en esta comarca, no se vayan luego a comer fuera por falta de una oferta en restauración de calidad y una correcta atención al cliente.

En estos momentos de crisis y de incertidumbre para gran parte de nuestra población, precisamente en esta comarca especialmente castigada por el paro, es ésta sin duda una apuesta decidida por la formación, que podría dar una excelente salida profesional a muchos de nuestros jóvenes (y no tan jóvenes), al tiempo que elevaríamos el nivel y la calidad de nuestros bares y restaurantes.

Esperamos una reacción positiva de nuestras Administraciones, dotando de los recursos necesarios a estos ciclos formativos para su consolidación y mejora. Ciclos formativos únicos en esta Comarca Norte de la isla.

2 comentarios:

Unknown dijo...

muchas gracias por darnos a conocer en vuestro blog, está muy interesante el artículo escrito y espero que podamos seguir colaborando mutuamente en futuros proyectos, por nuestra parte intentaremos que estén informados de todo loque nos pasa y de todo lo que tenemos previsto hacer. Gracias, Marcos (profesor la Atalaya)

Anónimo dijo...

Gracias a ustedes por dejarnos conocer tan interesante proyecto de formación. Nos hemos limitado a reflejar la realidad de una situación. Deseamos sinceramente que esta humilde aportación pueda ayudar a que las Autoridades competentes tomen nota y arrimen un poquito más el hombro.
Estamos a la disposición de ustedes para lo que necesiten.

LA PICONERA.-